sábado, 6 de julio de 2013

Un 5 de julio lamentable.

Ayer 5 de julio salí a eso de las 10 a la rutina de cada dos meses de recorrer mi pueblo buscando una o dos bombonas de gas para poder cocinar. Las calle estaban solas, comparadas con los días comunes, a pesar de que ayer pareció otro día común, sin nada que celebrar más que la firma de un acta de independencia que fue corrompida hace 15 años por este régimen castrista.

Las personas caminaban cabizbajas , a veces levantaban la vista y volteaban a todos lados, pendientes de que los chicos en bicicletas o los motorizados no vayan a robarles o a matarles. las banderas de la nación hondeaban en hasta, ventanas, rejas, postes, por cada esquina había una. Se escuchaban los vallenatos de los vendedores de CD's; o tal vez, a veces una salsa. Los fruteros y verduleros con su autoestima valenciano, cortando sus verduras y vendiendolas mientras bailan al ritmo de la música antes mencionada. 

Recorría y caminaba, de un barrio a otro, por el pueblo, mirando a diestra y siniestra, pendiente de los ladrones, o de que los autobuses -de los pocos que había- no me atropellaran. Empujaba mi bombona en la carrucha, dos o tres lugares, en ningún lado conseguí. Cosa no tan rara en este país, pero por más lamentable y desagradable. 

Ayer, luego de caminar un kilómetro, vi lo que nunca esperé ver, pero que ya había visto; una bandera de la nación, ondeante en su esplendor, reluciendo por el sol, a su lado, un poco más baja e igual e grande, una bandera cubana, el asco que sentí por ese lugar es indescriptible, mi frustración por el hecho d que ayer 5 de julio celebramos el día de nuestra independencia del yugo español y hoy, estamos bajo el yugo de los cubanos. 

Ayer me entristeció la forma como un ilegítimo dio otro show mediático, como un canciller dio un discurso de odio, de guerra, de alteración, un discurso por más amenazante. Ayer me dio pena de pertenecer a una generación muerta, condenada por nosotros mismos a la exterminación por no correr y degollar al yugo cubano y romper las cadenas que nuestro libertador rompió hace mucho y que Chavez armo hace 15 años. 

Hoy me enorgullezco de ser venezolano, pero me avergüenza la quietud de las multitudes. No hablo de discursos radicales ni de acciones radicales, no hablo de magnicidio o de golpe de Estado, no hablo de juntas cívico- militares, hoy yo hablo de protestas y marchas masivas pacificas, sin violencia, con consignas como "cubanos GO HOME"; hoy yo hablo de algo parecido a la revolución naranja de Ucrania en el año 2004. Hoy hablo de defender el triunfo electoral de 14 de abril,  de exigir la renuncia de todos los funcionarios del gobierno oficial y el retiro de algunos componentes de la oposición democrática. Hoy yo hablo de la rebelión completa ante el régimen asesino y fascista. Hoy grito  ¡ABAJO CADENAS! 

Recordemos el juramento de nuestro libertador, único, Simón Bolívar: 

Hoy debemos jurar defender la patria soberana e independiente. 

También me gustaría dejarles na cita de nuestro ex- presidente Romulo Betancourt: "Dígale a Fidel Castro que cuando Venezuela necesitó libertadores los parió, no los importó"

Hoy, Venezuela tiene libertadores paridos y haremos caer al régimen en protesta pacifica. Y seguro el régimen castrista caerá junto a este; al final de cuentas, son el mismo gobierno. 

¡VIVA VENEZUELA LIBRE! ¡VIVA CUBA LIBRE!

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