miércoles, 29 de enero de 2014

"Te amo"


Prudence ya viene cada noche; ya es costumbre y hasta me cobra más barato. Esta noche no tengo dinero, gasté mi último centavo en mi amigo Jack Daniel’s, mis cigarrillos y un poco de comida.

Me deshice del sofá de tela roja de mierda. En la mesita, la leche para Fifí, Jack Daniel’s, cigarrillos, el reloj.

Ya Susana era un recuerdo lejano, no me mal entiendan, le amo como cuando nos casamos, pero Prudence estaba ocupando su lugar, y empezaba a quererle por más tiempo conmigo.
-Hola, cariño, ya llegué.
- Prudence, amor, hoy no tengo dinero.- dije.- pero igual te quedarás conmigo, ¿cierto?

Hizo silencio y me asusté. Jack Daniel’s. Cigarrillos. Prudence. Sin dinero.

- ¿Por qué no dices nada, cariño?- le pregunté.- ¿No ves, acaso, que te amo?
- No me digas eso, tú y yo no podemos ser uno.
- Eh, cariño, no te vayas, apiádate de mí.

Sin más que pensarlo por minutos se me lanzó encima y me dijo entre besos que me amaba. Prudence. Jack Daniel’s. Cigarrillos. Te amo. Me amas.

Pasamos a mi habitación e hicimos el amor como nunca, con cariño, dulzura y amor.

Nosotros cuerpos resbalaban en mares de sudor, al fin y al cabo el sudor nos hacía uno, su sudor poseía un aroma a placer, a rosas, como siempre, y al humo de un cigarro que se doblaba y buscaba aire en su boca.

Mis dedos se deslizaban solo por las curvas y pozos en su espalda y apretaban con fervor un colazo que ahogaba. Prudence por fin era solo para mí.

Jack Daniel’s. Prudence. Cigarrillos. Sudor. Te amo. Me amas.


***
- Prométeme que no volverás a prostituirte. Prométeme que solo serás para mí, Prudence.
- Pero tú no trabajas, Ed. Alguien debe mantenernos.
- No, no se diga más. Mañana mismo iré a buscar trabajo.

Jack Daniel’s. Prudence. Cigarrillos. Sudor. Te amo. Me amas.

Hicimos el amor de nuevo, una y otra vez, hasta el amanecer. Sabanas mojadas, bañadas en sudor, en humo, en Jack Daniel’s, en semen, en saliva, en Prudence, en mí.

***
Prudence iba a trabajar este último día y ya. Yo buscaría trabajo en algún lado, sé que Prudence es de esas mujeres que gustan de buena vida, de un buen hombre quelas haga vivir y yo le daría eso.

De un trago bebí el resto de mi botella de mi amigo Jack Daniel’s, encendí un cigarrillo y besé a Prudence. Jack Daniel’s. Prudence. Cigarrillos. Sudor. Te amo. Me amas.

A un par de cuadras buscaban a un guardia de seguridad para una tienda de licores, no era nada difícil, solo estar sentado con una pistola eléctrica, una corbata, botas de seguridad y las llaves. Tomé el trabajo, pagaban bien.

Ojala y Prudence pase un buen día, no soporto pensar que se la están follando, pero me consuela saber que hoy será el último día.

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