Con la tricolor en frente.

Juraste llamarme para irnos de viaje,

Para recorrer el país que una vez amamos.

Pero te quedaste estática, inmutable,

Todo por una noche que pasaste masturbándote

Mientras escuchabas a Alí Primera

Con la tricolor en frente, restregándote sobre ella,

Rozando tu coño con el amarillo parlante

Para demostrar como el calor secaba el coño.

Y mordías con pasión el rojo,

Arrancándole sangre a lo que no tiene sangre,

Mientras elevabas tu vientre al azul del mar.

Me dejaste colgado, como el auricular del teléfono

Que usabas para que el presidente 

Escuchara tus gemidos de puta.

Juraste olvidarte de tu tierra y escapar conmigo,

A la lejana tierra de nunca jamás,

A la demencia de los sin tierra.

Juraste nunca desgraciarme la vida,

Pero mentiste como ellos,

No limpiaste las manchas negras de tus ojos.

Por eso no viste la desgracia de algunos,

Tus desgracias, haber nacido. 

Aunque se nos agravó por el punto geográfico.

Derramaste tu última gota oceánica de razón

Al darle tu virtud a una Nación

La que te observa masturbarte y 

Te impone la ley máxima de hacerlo para tu Estado

No por tu placer libertino de orgasmear tus sentidos,

De dejar fluir las revoluciones de cuentos de hadas,

De hadas de cuentos y de príncipes de telenovelas

Te olvidaste de mí, aún más importante, de ti;

No rompiste un juramento conmigo, sino contigo.