jueves, 28 de enero de 2016

Mi vida



Alguien
Desde la sombra Me pide mi vida Alguien De quién son esas manos No te pertenecen. La vida no me creo Para ser humano y Vivirla, más bien para Ser idea y me vivan. Los espejos, no hay reflejo Compran espejos Y funden la mirada en ellos Esperan un saludo Adulaciones Pero detrás está el maldito Sueño roto de la maldita Y fúnebre muerte. Mal-di-ta. Córtate y arráncate la belleza Dámela No es tuya. Las voces que vibran Se hacen imágenes En el patio donde yacen, Quemadas por el sol, Las iracundas aves, Gritando que estos ojos No son míos Que mi lengua… El lenguaje de las aves Es un pitido sordo. El lenguaje…

miércoles, 27 de enero de 2016

Instrucciones para llorar. Julio Cortazar


Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia dentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos. 

viernes, 15 de enero de 2016

Anoche me



Anoche me creí muerto
Entre la oscura estela que deja un parpadeo,
Mu-er-to, es dulce la muerte
Tan dulce y agonizante.
No duele, cosa extraña,
Es como dormirse y entrar a un
Profundo lago de un negro mate.

Anoche me creí muerto,
Sobre mi cama, sentado con el
Leve murmullo de un cigarrillo
Que intenta desesperadamente
Socorrerme.

Los truenos jamás me alcanzaron,
Al contrario, me vieron descansar
Y salieron a buscar el aullar de los lobos.
Un leve Adagio –Albinoni-
Anoche me creí, luego de jurar no creer
De nuevo. Fue tan amargo, tan cruel.

Me invadió una larga sed de sangre
-Mi sangre- de hacer de mis venas un río
Y de las sabanas el caudal.
Adagio, mis venas compondrían
Un perfecto adagio.
Cuanta agonía en tan hermosa obra de arte.



martes, 5 de enero de 2016

Autodestrúyete



Deja que te consuma,
Destrúyete.
Siente como te arrancan la música
De las entrañas.
Como si te arrebataran tu más arraigada creencia,
Libérate.
Autodestrúyete
Y renace del polvo.
Jamás te sentirás mejor.
Siente como el aire
Del último suspiro clama tu perdón.