martes, 27 de octubre de 2015

Un buen viaje.

Nunca me ha gustado que me vean escribiendo, tal vez por eso espero la noche, tan silenciosa y sola. Yo, mis sombras, los grillos, la larga espera.

Nos divertimos al descubrir cosas nuevas, nos erotiza cuando unas cuerdas nos producen vibraciones mentales, cuando los versos nos follan los oídos y eyaculan poesía en la mente. Evitamos demostrar envidia por no reproducir la magia pero nos proclamamos dioses cuando en la oscuridad revolcamos el alma en ellos, el sudor, la oscuridad, el único y arrogante murmullo de un orgasmo. Dan ganas de vivir.

¿Cómo no podemos sentir ganas de vivir? Es ello, la música, la poesía, el arte -único y orgulloso- lo que nos mantiene, nos aleja del suicidio, de la amargura de soportar la gran jaula, es un viaje a lo "único" (al "uno"), la máxima expresión del alma. Un montón de idas sin venir, imposible de describir, el lenguaje...

La jaula. Las cuerdas rasgan la piel y la curten, los versos estropean la mente -susceptible- y la enloquecen. Hay jaulas contemporáneas, como las fronteras y los Estados con políticas degradantes, las mujeres con piernas de corbata y de ríos metafísicos.

Sin embargo de todas hay puertas abiertas, excepto de la jaula de la mente. Nunca, a diferencia de las anteriores, elegimos entrar en ellas (como si pudiéramos elegir) solo estamos. Y pensamos, creemos pensar, buscamos romper los barrotes y pensamos en acabar con ello por medio del suicidio ¿Nunca han pensado en él?

Un ente, olvidamos que los barrotes son abiertos y nos proclaman libertad, nos creemos dioses de nuevo y decidimos vivir. Incluso antes de nacer no decidimos vivir, nuestras madres se creen con el derecho de traernos, escupirnos al mundo, el peor mal que nos hicieron.

Pero la música, "Thus is the end", los versos, "La jaula se ha vuelto pájaro, ¿qué haré con el miedo?".

Estamos muertos, condenados, solo vinimos a hacer arte con la naturaleza, aprender de las orquestas de renacuajos, grillos, cigarras.

La música y la poesía son nuestros únicos y reales salvadores y aún así nos suicidamos en caladas taladrantes de humo y coños. Es todo un buen viaje. Registrado en Safe Creative

miércoles, 21 de octubre de 2015

Para morir



Montículos superficiales
Éxtasis de la muerte
El mejor reposo para
Las líneas que se van con el viento
Exaltado.

Resbalan entre ellos
El placer y la lujuria
De mis dedos.
Monte olivos o Sinaí
O volcán Vesubio
O Gran Roraima.
El turismo es indispensable
Para morir. 

sábado, 17 de octubre de 2015

Un mal viaje. La maquina de follar (Extracto) Bukowski




¿Nunca habéis pensado que el LSD y la televisión en color llegaron para nuestro consumo más o menos al mismo tiempo? Nos llega toda esta pulsación explorativa de color y ¿qué hacemos? Prohibimos una cosa y jodemos la otra. La televisión, desde luego, es inútil en las manos actuales; creo que no hay mucho que discutir al respecto.

One for all.




La posición perfecta,
Esbelta, como dos ramas
A punto de fusión,
Dos piernas hechas
Una para colocarla sobre la otra,
En un acto de valorada calamidad,
Coquetería atrevida,
Digna fusión de la putería
Y de las damas,
Es belleza digna de admirar.

jueves, 15 de octubre de 2015

Insomnio



Orgía de emociones
Insomnio lujurioso
¿Cuantos pecados quebrantamos esta noche?

Que bueno que no hay
Pecados que nos aten.
La prisión, la única,
Está entre tus piernas.

sábado, 10 de octubre de 2015

¡CRACK!

Se escucha al estallar de la burbuja de aire,
El escape sigiloso,
El momento cuando calienta el frío
Y quiebra los escalones de madera
Con el popular ¡Crack!,
Hijoputa estruendo en el placentero silencio
De la calmada sin razón.
¡Crack!, como tu fría indiferencia
Quiebra la madera de mi corazón,

Hijoputa sin razón.

lunes, 5 de octubre de 2015

Carta suicida.


Con andar equivocado mis piernas se desvían hacia una carretera de perdición, de sueño, de tristeza, con un andar desviado, la muerte asecha hasta  mi alma. Corren en un paso y caminan en un solo lugar,  muere su autómata función y ya solo actúan sin precisión; con andar desviado mis piernas se perdieron en el narcisismo desenfrenado de tu autoría, de tu belleza y de tus palabras amorosas.
Con un mirar sin pudor mi mirada desnudó tu mentira, con un mirar judicial mis ojos vieron desconfianza y condenaron tu amor demagógico.
Con tanteos de pasión y de lujuria fantasmal, mi cuerpo desmembró tu virtud y tu verdad, con unas piernas desviadas y una mirada judicial, mi tacto rompió en gotas de agua sobre tu piel ardiente de vergüenza, evaporando mi tacto y dejándome sin percepción de lo real.
Ya sin percepción, mi megalomanía por  Mozart y Paganini no reaviva mi razón ni mi conciencia. Beethoven, Schubert y Vivaldi también me abandonan y dejan a la suerte mi muerte, cada vez más cercana.

Con andar equivocado caigo en el abismo de tus manos y no enjuicio el sucio que las mancha y las torna obscuras, la megalomanía me ha abandonado y la muerte me ha encontrado, es frío el acero y caliente la sangre, con andar equivocado, con una mirada judicial, con un tacto evaporado y sin percepción de la realidad.

sábado, 3 de octubre de 2015

Capitulo VII. Rayuela. Julio Cortazar



  Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

     Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.