sábado, 9 de agosto de 2014

Ensayo sobre los discursos de Olavarría (1999) y Padrino López (2014)



“El Estado soy yo” (Luis XIV), frase de un monarca, recordada por Jorge Olivarría para atribuírsela al entonces recién llegado presidente Hugo Chávez, aquel que llegando ya poseía delirios de grandeza, de un monarca que acusó a todo los poderes del Estado de corruptos, prometiendo su destitución y su próxima reforma.
Este ensayo es para analizar desde mi punto de vista más humilde el discurso del señor Olavarría ante el congreso y el discurso de Padrino López también ante el congreso de la República, ambos un 5 de julio, fecha petulante en la cual celebramos la patria y su inicio libertario. Del primer discurso histórico, dado por Olavarría, vemos un discurso profético, dicho por, como él mismo dijo, “un venezolano angustiado”.
En peligro estuvo en ese entonces la libertad de nuestro país, viéndonos obligados ante las angustias de una Nación joven a darle pasó a un señor que sin ánimos de llevarnos al caos, lo logró. Prometieron revoluciones pero se olvidaron de hacerla desde el punto de vista de ciudadanía, de libertad, de integridad. 
“El vil egoísmo otra vez triunfó”, una frase de nuestro himno, que nos enseña que nuestra patria fue fundada bajo este estandarte, cuando en la llamada 4ta nos engañaron y una y otra vez, estos políticos llevaron al país a un rumbo de anarquía, le abrieron el paso a Chávez, al bolivarianismo, que en mi opinión, no es la ideología de Bolívar, sino de la demagogia. Los políticos de hoy, de la 5ta, son aquellos egoístas que profanaron insultos a Chávez y le tacharon de demagogo, quienes luego se enchufaron en la administración bolivariana de la patria nueva. 
El señor Olavarría habla de los peligros de dejar que esta constitución nueva avance, y de que el señor Chávez avance, de los peligros de un gobierno militar, ese día 5 de julio, una fecha meramente patriota, de celebración de una Nación inmadura, cuando nuestra libertad se vio amenazada y nadie hizo nada por detener al nuevo régimen. Olavarría fue interrumpido simultaneas veces en su discurso, mientras detrás de él estaba el presidente sonriendo ante tanta verdad en el discurso, tantas violaciones de la por él llamada “constitución moribunda”, la cual asesino tiempo después de su toma de posesión.
Olavarría al anunciar los delirios de grandeza de aquel militar golpista, demuestra una vez más que el ser patriota lleva consigo un egocentrismo paranoico, podríamos decir el chovinismo patriota que caracteriza al “Übermensch” bolivariano, chavista y, como no, nacionalista. 
“La patria somos todos y no es nadie” porque en tiempos como esos, y estos, los “patriotas” no retomaron las armas del dialogo y las manifestaciones de calle para hacerle juicio a un “rey republicano” que recién llegando malograba nuestra Nación y nuestro Estado. 
Más adelante en su discurso, recuerda los ejércitos políticos al servicio de Guzmán Blanco y Joaquín Crespo y alerta las intenciones del presidente de llevarnos ante aquel pasado turbulento, recordando que él Ejercito debe ser uno y sumido ante el poder civil, como aquella vez cuando el presidente López Contreras llega a Caracas sin su uniforme militar, vestido de civil. 
Venezuela, en aquel 5 de julio, y ahora, reconoció las intenciones de la dicha unión cívico- militar, una amenaza alertante, algo que debió ser evitado a la fuerza si es posible, y una deshonra, a mi punto de vista, para los militares que dejaron que esto sucediera. 
El Coronel Marcos Pérez Jiménez en su semana de la Patria hacia desfilar militares y civiles en un solo desfile. Rafael Caldera, al ver esto, anuncia: “al parecer es más fácil militarizar a los civiles que civilizar a los militares”, todo esto posee una razón, que a mi parecer ya no tan humilde, es los delirios de poder de un militar, hasta de cualquier cabo. No existe tal cosa de unión cívico-militar, ya que cuando militarizas a un civil este toma poder y al tomar poder se cree superior al resto y justo allí se da lo que vivimos hoy en Venezuela.
Aquí tenemos experiencia en eso, Venezuela es anarquía y libertinaje. Damos vuelta a la hoja para hablar del discurso de Padrino López.
De este otro discurso, el cual considero una burla al Ejército, a aquellos que se creen patriotas y a los chovinistas, que seguro están que saltan en un pie al escucharle, no puedo decir más que no haya dicho antes.
Padrino López habla y sigue hablando sobre la unión cívica- militar, una falacia inventada por el mismo vil egoísmo para torcer la voluntad de los militares y ponerlos bajo su manga, de rebajar a los militares y darle el podio a los civiles, cosa que se da más aun cuando nuestro gobierno es un gobierno militar, en el cual, como vemos, un militar del alto mando da un discurso ante el Parlamento como si fuera un político, violando la constitución de la república. 
En mi conclusión yo solo pudo decir una cosa, en tiempos pasados nos falló la libertad y nuestro Libertador, nos falló la democracia luego, y ahora nos está fallando el libertinaje político y social. Ya no creo que la democracia y/o el socialismo sean nuestro camino, Venezuela necesita saber que se siente la libertad, para ello necesita perderla por completo, ¿es acaso el fascismo lo que necesitamos? ¿Guerra? Padrino López dice algo cierto: “Al final somos hermanos y hermanas”, pero no sabemos que es la libertad, los demócratas nos engañaron y ahora los socialistas.
Estos discursos nos muestran lo que ya yo sabía, la unión cívico- militar es una perorata manipuladora, quieren arrebatarnos la libertad.

Sergio Molinatti

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