sábado, 5 de julio de 2014

Discurso del 5 de Julio.

Después de meditarlo, de años pensando que el nacionalismo es el peor mal que le ha ocurrido a la humanidad, de años pensando que la mayoría de las guerras han sido propiciadas por  nacionalistas, hoy 5 de julio de 2014, a 203 años de que un puñado de nacionalistas venezolanos libraran una batalla diplomática y campal por la independencia de Venezuela y de Latinoamérica, pienso y afirmo, Venezuela clama por nacionalismo.

Hoy estoy más de acuerdo que nunca se debe, ni se deberá, permitir de nuevo que ideologías extranjeras infecten la sociedad venezolana, que un puñado de individuos ambiciosos preseleccionados por las malversaciones del Estado tomen el poder y aniquilen nuestro sentido de pasión por la libertad y la paz. Estos bichos expropiadores de las riquezas, estos luchadores de clases que desean la dictadura del proletariado, y que colocan a un proletario como Presidente, a un conductor de autobuses, estos bichos comunistas inútiles, que rebotan con la democracia y se dan de narices contra la oligarquía y la demagogia, estos invasores del extranjero que nos han robad nuestra economía y nuestra identidad, que rompieron con el Estado justo y libertario para darle frente al Estado represor y violento, no merecen ni jamás merecerán un puesto en nuestra historia.

Hoy les digo, el peor error de nosotros los venezolanos es la indiferencia, ¿acaso alguien, con los mil demonios, está escuchando esto en algún rincón de Venezuela? ¡Indiferentes! ¡Cobardes! Tiempos extraordinarios derivan medidas extraordinarias, venezolanos. Hoy, 5 de julio, Bolívar y Miranda lloran poniendo d lado su enemistad para demostrarnos que Venezuela no es libre, que con la espada en alto y la voluntad en los cielos derrocaremos la indiferencia y lucharemos por una Nación de paz y orden, por una Venezuela unificada bajo un mismo mandato: La libertad como norte y dejemos en el sur, atrás, a los bichos comunistas, expulsemos del país a estos de ser necesario, si no desean trabajar por el bien común de la Nación, de los ciudadanos, pues que se separen de nuestra identidad y dejen a Venezuela como un Estado- Nación libre, democrático, sin una revolución de mentiras.

Pero algo les diré, no se hace un cambio de mentalidad con palabras, discursos y revoluciones democráticas, ni con movimientos democráticos, se hacen cambios de mentalidad con voluntad, con excitación, con pasión, creyendo que nosotros los venezolanos, los natales de nuestra tierra, podemos lograr el cambio que cada uno desea por nuestro bien común. No hay revolución romántica que valga cunado de independencia se trata, tirad al retrete a todos los cubanos invasores, y a estos bichos comunistas, la libertad nos espera en el ocaso.

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