martes, 29 de marzo de 2016

El ultimo adiós




Calles adoquinadas con cúmulos de polvo en las orillas de la acera, simple, el cielo tan azul como aquel mar que golpea las costas del país que alguna vez dejé atrás. Sola, vago por doquier, sola, la verdad estoy durmiendo y aún tardo en darme cuenta. Tengo que despertar.

Tomo el cigarrillo que descansa en la orilla de la ventana, me limpio la baba que cae sobre mis mejillas, marcadas por las arrugas de las sabanas, sino supiera que estaba acostada diría que son heridas de guerra. No me cuesta nada encender un cigarro aún sin haber movido el primer pie hacia el piso ¿para qué esperar? El lavamanos está justo al lado de mi habitación y aun así camino 3 metros más para servirme café.

Café, cigarrillo, me rasco el culo porque alguna hormiga me ha mordido, riego las plantas del patio, es increíble como una mano muerta puedo hacer crecer plantas.

Bueno, me digo, este día será difícil, debo cepillarme los dientes hasta dejarlos blancos. Me detengo en el lavamanos, abro el chorro de agua y apago la colilla de cigarro para poder echarla en el pote de basura. Hasta ahora un día cualquiera. La vida sigue siendo difícil, en definitiva debo llevarla al máximo.

Me coloco una falda sencilla, y mis botines, una blusa que podría jurar lleva cuatro días sobre la cama. Debo salir de estas 4 paredes tan asfixiantes. Voy a casa de mi amigo y enciendo el tercer cigarrillo, que pasada, ya no siento los pulmones.

Es gracioso como después de un tiempo deja de importarte lo que alguna vez juraste proteger y así ya puedes llorar y hablar de ello y así ya puedes fornicar con el mismo sexo o con el otro o con una mezcla tan humana como yo. El temor, ese es el primer prejuicio que romper, que me chupe el culo y me arranque las malas vibras.

Who i am?

Hablo con mi amigo sobre qué haremos durante el día, estoy cansada de los psicotrópicos que me hacen querer vivir, no quiero eso, aunque podría ahogarme en un monte de ellos y bañarme en cerveza mientras un par de mal nacidos me lengüetean, la puta lengüeteada, la puta manoseada, la puta alcoholizada, la puta.

- Lo que quieres es morir antes de tiempo

- La verdad, sí, hoy de hecho es un buen día para morir.

Me rasco el culo, malditos insectos, una crucifixión es incluso más sobre llevadera que esto. Las voces…

- Ven, vamos por café

Caminar por mi urbanización es como caminar en las colinas del Hades, tan infernal y putrefacto que podrías decir que quieres vivir, imagínense el horror.

- ¿Ves cómo todo suele dar vueltas y el camino se hace más frío que incluso las brasas más calientes del Sahara no podrían calmar? Acompáñalo con una sonata, los tres tenores, Pavarotti, justo acá- mi cabeza- inclúyele una dosis inexacta de frigidez post- mortis en la pussy.

- ¿Qué mierdas hablas?

- Nada… desvarío, mira que linda ave.

The voice of birds is a deaf whistle…

Mi amigo, el único entendido en la materia de la Amistad. A-m-i-g-o.

¿Desvarío? Solo creo creer que él cree entenderme.

El café suele ser fuerte, amargo, tibio, caliente, frío, suave, justo igual que las pornos y el sexo, justo igual que un buen tabaco o una buena cerveza. Pero un café justo antes de las decisiones siempre es igual, tan amargo como la vida.

- ¿Alguna vez has logrado dejar tu mente en blanco? Ya sabes, como estos budistas, borrar incluso el hecho de respirar. Pensamos, pensamos, pensamos. ¿Y que nos queda? Una orgía en la cabeza, de emociones, de pensamientos, de insomnios acumulados… Es horrible 

- Para eso es la meditación Alejandra, para liberar la mente.

- Meditación, es mierda. Meditas ¿para qué? Piensas en meditar y al final sigues pensando que meditas. Un largo Ohm y una patada al culo, o que se yo, y ahí te quedas. Horas pensando que ya no piensas en pensar. ¿Comprendes? La única meditación valida es el mejor orgasmo del mundo, sobre todo el de nosotras las féminas. Y un buen tiro en la cabeza…

- Jajaja.-se ríe, ¿me toma el pelo?- Cada quien tiene distintas formas de llegar al catarsis Alejandra.

- No me importa, para ser sincero, llegar a la catarsis. Solo dejar de pensar. El pensar es la propia autodestrucción, lástima que aprendí a amar el pensar. Nunca pienses, lo sano es ser ignorante. ¡JA!, mira cuantas estupideces digo.

Al parecer sigo desvariando, las voces, los tenores, las aves… El cuervo maldito que me quiere arrancar los ojos y la lengua, mi vida…

Tanteo con el cigarro la orilla de mi taza ya vacía y pido otra taza con más café.

- La ignorancia no es excusa, para poder soltar esa ira primero debes conocerla y luego arrearla, eso lo puedes lograr quizás con meditación.- me responde.

- A la mierda, cariño, pon a meditar tu maldito culo. ¿Qué acaso no comprendes? (Si mañana cierro un negocio compro una de anís. ¿Compras el refresco?)- mañana será otro día- Soltar ira... Yo no sé soltar ira. La ignorancia es el mejor arma que poseemos algunos, tú, yo, pero no sé aún si la usamos como deberíamos. Sueno mucho a quien
conocemos, en parte lo sé. Pero la verdad es que deberíamos aprender a pensar menos y torturarnos menos. Después de eso, será más fácil lograr perder muchas cosas.

- ¿Mañana? Vamos por esa de anís justo ahora.

Después del café y las decisiones importantes se puede ahogar una en alcohol, incluso quizá se puede follar, petite mort, las vagancias de la putería. ¿Qué mierdas te sucede Alejandra? La vida, Alejandra, la vida. No, la muerte, sweetheart, la muerte es autodestructiva.

- Date el primer trago Alejandra, las damas primero

- Jodete, maldito.

Sin pensarlo me bebo un cuarto de botella de un jalón. Nos hace falta un cigarrillo, enciendo dos, después de todo…

- ¿No crees que has estado fumando y bebiendo mucho?

- ¿Cuánto es mucho?

- Alejandra, ya llevas una caja y media y un cuarto de botella.

- La vida es muy corta, 20 años y heme aquí, la vida es una puta desubicada.

- ¿Qué te pasa?

A la mierda, llorar nunca fue más fácil, el Egipto, sobre mi rostro y bajo mis pies. El Danubio, la danza, las aves que amenazan mi cordura. Da-vid.

- Cierra la boca, David, ¿crees que una botella de anís y unos cuantos cigarros nos derrotaran? A ti que has vencido a Goliat y a mí que me he follado a dios y al diablo.

- ¿Y que nos podría derrotar?- ese terror, ese prejuicio en su mirada, los lamentos.

- Quizá una soga al cuello o un auto en la quinta…
Otro cigarro, las lágrimas, la mierda y el pavimento que ya empieza a derretirme. Me quito las botas y veo la herida que supura. Cayos, callas, cayenas, las flores jamás fueron tan hermosas… Desvarío.
Nos sentamos en la acera a fumar y a beber. Madrid, Buenos Aires, Córdoba,
México DF, Bogotá, San Cristóbal, Londres… Un mundo a nuestro alrededor y encerrados bajo la sociedad más podrida de la humanidad podrida… Valencia.

- Venga, “Bien bello”- popular borracho del antro en que se convirtió este pueblo- pasa esa botella

- Dale dos al muñeco Alejandra, dame un cigarro.

- Agarre ahí, rey de reyes.- y de otro jalón vacío el último cuarto de botella
Quizá la última carcajada, tan estúpida, tan suave, tan inhumana, tan irreal, espanta incluso al perro más vagabundo o al hombre más erecto, una risa anti libido que estresa incluso a una gota que cae sobre mis senos.

- Alejandra ¿es hoy el día?

- Incluso ayer hubiese sido preciso, mira David, observa, no, no, observa, no le prestes atención a como mis ojos pierden su brillo, observa como el sol cala tan inminente en los árboles, observa como incluso las aves le temen, yo estaré allí. Alfa y omega David, como tú con Goliat le daré un garrotazo a la muerte.

- Pero Alejandra, ¿no es aún muy temprano?

Y como un niño a quien le es arrebatado su juguete favorito insistía en que no lo hiciera. Mierda. La decisión fue tomada tras un trago de café, una botella de anís y quizá ya 3 cajetillas de Marlboro, no había tiempo para decir adiós.

- El tiempo ya no importa, ¿qué diferencia hay entre 20 o 30 o 40 años cuando la vida ya no quiere que seas? Mírame, ya no puedo ver más allá de aquel cuervo y no puedo escuchar más allá de lo que hay en mi cabeza. Me imploran, David, la mu-er-te.

- No participaré en ello

- Nadie te lo ha pedido. Necesito un hombre que me convierta en polvo, que con una lanza me abra las costillas, pues así fue escrito, David.

- Te subes a la nube más alta y jamás podrás bajar de ahí Alejandra, todo puede ser solucionado solo si tú quieres.

- Las soluciones pasan por más problemas, no puedo soportar un día más. Despídeme de quienes merecen mi despido y de quienes no también, diles que mi último deseo fue que jamás me olviden.

Así, sin más, caminé a casa, debía hacer algo antes de morir. Petite mort.

Hoy, en estos días tan turbios, no hay verga que pueda saciarme, solo yo y mis dedos, mis mutilados dedos, la gloría del dedeo, la gloría de la muerte, justo sobre mis manos, honrando lo que está por suceder, honrando incluso a la muerte, la ultima estrategia para confundirla, mantenerla dormida, la muerte entre mis piernas, la muerte recorre mi cuerpo, la muerte suspira por mí y yo… camino al último punto donde alguien podría encontrarme, la escuela abandonada de la urbanización de al lado.


Las aves están conmigo, el pitido sordo que hace espacio en mí, el silencio y la oscura tempestad de la noche. Diez pisos de aulas mal ubicadas, diez pisos de eternidad, los últimos diez pisos antes de mi muerte. Me quito la ropa, solo me dejo unas bragas que juraría encontré en mi bolso una noche de cordura en un bar, aquellos días, alcohol, sexo, drogas… la mierda de la putería, la pasiva autodestrucción. No le daré el gusto a la muerte.

- Alejandra, es este tu camino, un paso y serás libre. No, no, no, Alejandra, solo brinca, es más fácil.

- Cierren la boca, déjenme en paz por favor.- nunca había hablado con tanta serenidad.

La desdicha del quebranto. Cuanto duele morir, el calvario de los diez pisos.

- ¡Padre, ¿por qué me has abandonado?! ¿No fue suficiente para tus juegos? Mírame, aquí como vine al mundo, tan puta y destruida como me dejaste, el olvido, la soledad, han hecho su trabajo. Yo ya no soy Alejandra. ¡¿QUIÉN SOY MALDITA SEA?!

Las voces, la mirada cautivadora de la muerte, el roce seductor de sus dedos… Maldita sea, no le gané, no la logré confundir, me ha follado. Padre, me has dado el último gran regalo y es un maldito regalo, incluso la mirra, el oro y el incienso fueron mejores… El vacío. Alejandra, la inmortal Alejandra…

lunes, 28 de marzo de 2016

El lenguaje del llanto



La inercia de un
Cuerpo en llanto 
Arropado por la decepción.
Un puñal de un corte
Desgarrador,
Incluso los coyotes eran
Menos crueles que lo
Que reflejaba aquel
Cuerpo de hombre de
Nueve años.

Una infinidad de palabras
En el llanto, una lengua
Que no todos conocen
La soledad.
La soledad vacía.

La soledad completa
Arránquenme el alma
Y háganla humo
Sofocador.
Para… un hombre
Que ya está muerto

El lenguaje del llanto
No consuela 
Pero sí vacía
Y llena. 

domingo, 27 de marzo de 2016

Cartas literarias a una mujer. Becquer



En una ocasión me preguntaste:

-¿Qué es la poesía?

¿Te acuerdas? No sé a qué propósito había yo hablado algunos momentos antes de mi pasión por ella.

-¿Qué es la poesía? - me dijiste.

Yo, que no soy muy fuerte en esto de las definiciones te respondí titubeando:

- La poesía es..., es...

Sin concluir la frase, buscaba inútilmente en mi memoria un término de comparación, que no acertaba a encontrar.

Tú habías adelantado un poco la cabeza para escuchar mejor mis palabras; los negros rizos de tus cabellos, esos cabellos que tan bien sabes dejar a su antojo sombrear tu frente, con un abandono tan artístico, pendían de tu sien y bajaban rozando tu mejilla hasta descansar en tu seno; en tus pupilas húmedas y azules como el cielo de la noche brillaba un punto de luz, y tus labios se entreabrían ligeramente al impulso de una respiración perfumada y suave.

Mis ojos, que, a efecto sin duda de la turbación que experimentaba, habían errado un instante sin fijarse en ningún sitio, se volvieron entonces instintivamente hacia los tuyos, y exclamé, al fin:

-¡La poesía..., la poesía eres tú!

¿Te acuerdas? Yo aún tengo presente el gracioso ceño de curiosidad burlada, el acento mezclado de pasión y amargura con que me dijiste:

-¿Crees que mi pregunta sólo es hija de una vana curiosidad de mujer? Te equivocas. Yo deseo saber lo que es la poesía, porque deseo pensar lo que tú piensas, hablar de lo que tú hablas, sentir con lo que tú sientes; penetrar, por último, en ese misterioso santuario en donde a veces se refugia tu alma y cuyo umbral no puede traspasar la mía.

Cuando llegaba a este punto se interrumpió nuestro diálogo. Ya sabes por qué. Algunos días han transcurrido. Ni tú ni yo lo hemos vuelto a renovar, y, sinembargo, por mi parte no he dejado de pensar en él. Tú creíste, sin duda, que lafrase con que contesté a tu extraña interrogación equivalía a una evasiva galante. 

¿Por qué no hablar con franqueza? En aquel momento di aquella definición porque la sentí, sin saber siquiera si decía un disparate. Después lo he pensado mejor, y no dudo al repetirlo; la poesía eres tú. ¿Te sonríes? Tanto peor para los dos. Tu incredulidad nos va a costar: a ti, el trabajo de leer un libro, y a mí, el de componerlo.

¡Un libro! - exclamas, palideciendo y dejando escapar de tus manos esta carta -.

No te asustes. Tú lo sabes bien: un libro mío no puede ser muy largo. Erudito, sospecho que tampoco. Insulso, tal vez; mas para ti, escribiéndolo yo, presumo que no lo será, y para ti lo escribo. 

Sobre la poesía no ha dicha nada casi ningún poeta; pero, en cambio, hay bastante papel emborronado por muchos que no lo son.

El que la siente se apodera de una idea, la envuelve en una forma, la arroja en el estudio del saber, y pasa. Los críticos se lanzan entonces sobre esa forma, la examinan, la disecan y creen haberla entendido cuando han hecho su análisis.

La disección podrá revelar el mecanismo del cuerpo humano; pero los fenómenos del alma, el secreto de la vida, ¿cómo se estudian en un cadáver?

No obstante, sobre la poesía se han dado reglas, se han atestado infinidad de volúmenes, se enseña en las universidades, se discute en los círculos literarios y se explica en los ateneos. 

No te extrañes. Un sabio alemán ha tenido la humorada de reducir a notas y encerrar en las cinco líneas de una pauta el misterioso lenguaje de los ruiseñores. Yo, si he de decir la verdad, todavía ignoro qué es lo que voy a hacer; así es que no puedo anunciártelo anticipadamente.

Sólo te diré, para tranquilizarte, que no te inundaré en ese diluvio de términos que pudiéramos llamar facultativos, ni te citaré autores que no conozco, ni sentencias en idiomas que ninguno de los dos entendemos.

Antes de ahora te lo he dicho. Yo nada sé, nada he estudiado; he leído un poco, he sentido bastante y he pensado mucho, aunque no acertaré a decir si bien o mal. Como sólo de lo que he sentido y he pensado he de hablarte, te bastará sentir y pensar para comprenderme.

Herejías históricas, filosóficas y literarias, presiento que voy a decirte muchas. No importa. Yo no pretendo enseñar a nadie, ni erigirme en autoridad, ni hacer que mi libro se me declare de texto.

Quiero hablarte un poco de literatura, siquiera no sea más que por satisfacer un capricho tuyo, quiero decirte lo que sé de una manera intuitiva, comunicarte mi opinión y tener al menos el gusto de saber que, si nos equivocamos, nos equivocamos los dos; lo cual, dicho sea de paso, para nosotros equivale a acertar.

La poesía eres tú, te he dicho, porque la poesía es el sentimiento, y el sentimiento es la mujer. 

La poesía eres tú, porque esa vaga aspiración a lo bello que la caracteriza, y que es una facultad de la inteligencia en el hombre, en ti pudiera decirse que es un instinto.

La poesía eres tú, porque el sentimiento, que en nosotros es un fenómeno accidental y pasa como una ráfaga de aire, se halla tan íntimamente unido a tu organización especial que constituye una parte de ti misma.

Últimamente la poesía eres tú, porque tú eres el foco de donde parten sus rayos.

El genio verdadero tiene algunos atributos extraordinarios, que Balzac llama femeninos, y que, efectivamente, lo son. En la escala de la inteligencia del poeta hay notas que pertenecen a la de la mujer, y éstas son las que expresan la ternura, la pasión y el sentimiento. Yo no sé por qué los poetas y las mujeres no se entienden mejor entre sí. Su manera de sentir tiene tantos puntos de contacto... Quizá por eso... Pero dejemos digresiones y volvamos al asunto.

Decíamos ¡Ah, sí, hablábamos de la poesía!

La poesía es en el hombre una cualidad puramente del espíritu; reside en su alma, vive con la vida incorpórea de la idea, y para revelarla necesita darle una forma. Por eso la escribe. En la mujer, sin embargo, la poesía está como encarnada en su ser; su aspiración, sus presentimientos, sus pasiones y Destino son poesía: vive, respira, se mueve en una indefinible atmósfera de idealismo que se desprende de ella, como un fluido luminoso y magnético; es, en una palabra, el verbo poético hecho carne. 


Sin embargo, a la mujer se la acusa vulgarmente de prosaísmo. No es extraño; en la mujer es poesía casi todo lo que piensa, pero muy poco de lo que habla. La razón, yo la adivino, y tú la sabes. Quizá cuanto te he dicho lo habrás encontrado confuso y vago. Tampoco debe maravillarte. La poesía es al saber de la Humanidad lo que el amor a las otras pasiones. El amor es un misterio. Todo en él son fenómenos a cual más inexplicable; todo en él es ilógico, todo en él es vaguedad y absurdo.

La ambición, la envidia, la avaricia, todas las demás pasiones, tienen su explicación y aun su objeto, menos la que fecundiza el sentimiento y lo alimenta.

Yo, sin embargo, la comprendo; la comprendo por medio de una revelación intensa, confusa e inexplicable. Deja esta carta, cierra tus ojos al mundo exterior que te rodea, vuélvelos a tu alma, presta atención a los confusos rumores que se elevan de ella, y acaso la comprenderás como yo.

GUSTAVO A. BECQUER

miércoles, 16 de marzo de 2016

How to be a great writer.




Drink more beer. there's time. and if there's not that's all right too.

- Charles Bukowski

[FRAGMENTO] El sueño de la muerte o el lugar de los cuerpos poéticos.



Toda la noche escucho el llamamiento de la muerte, toda la noche escucho el canto de la muerte junto al río, toda la noche escucho la voz de la muerte que me llama.

Y tantos sueños unidos, tantas posesiones, tantas inmersiones en mis posesiones de pequeña difunta en un jardín de ruinas y de lilas. Junto al río la muerte me llama. Desoladamente desgarrada en el corazón escucho el canto de la más pura alegría.

Y es verdad que he despertado en el lugar del amor porque al oír su canto dije: es el lugar del amor. Y es verdad que he despertado en el lugar del amor porque con una sonrisa de duelo yo oí su canto y me dije: es el lugar del amor (pero tembloroso pero fosforescente).

[...]

La muerte es una palabra.

La palabra es una cosa, la muerte es una cosa, es un cuerpo poético que alienta en el lugar del nacimiento.

ALEJANDRA PIZARNIK

martes, 15 de marzo de 2016

Basically, that's why I wrote...




Basically, that's why I wrote: to save my ass, to save my ass

from the madhouse, from the streets, from myself.

- Charles Bukowski

lunes, 7 de marzo de 2016

No me pertenezco



Alguien
Desde la sombra
Me pide mi vida
Alguien

De quién son esas manos
No te pertenecen.

La vida no me creo
Para ser humano y
Vivirla, más bien para
Ser idea y me vivan.

Los espejos, no hay reflejo
Compran espejos
Y funden la mirada en ellos

Esperan un saludo
Adulaciones
Pero detrás está el maldito
Sueño roto de la maldita
Y fúnebre muerte.
Mal-di-ta.

Córtate y arráncate la belleza
Dámela
No es tuya.

Las voces que vibran
Se hacen imágenes
En el patio donde yacen,
Quemadas por el sol,
Las iracundas aves,
Gritando que estos ojos
No son míos
Que mi lengua…

El lenguaje de las aves
Es un pitido sordo.

El lenguaje…